Hoy he estado leyendo una noticia que ha aparecido en muchos medios europeos y norteamericanos. Quédesen con este nomrbre: Viken.

Viken es un pequeño pueblo en el sureste de Suecia.  Ha nacido la primera tienda del mundo sin empleados. Sólo hace falta usar el móvil para comprar. El creador,  un tal Llijason quiere abrir más tienda en otros pequeños pueblo de Suecia.

La tienda está ubicada en un pueblo de Suecia, no tiene empleados, ni siquiera TPV¨s . Se pude comprar todo lo típico de una tienda de conveniencia salvo tabaco y alcohol. El mecanismo es aparentemente sencillo. Los clientes se descargan una aplicación en sus móviles y ya pueden comprar lo que deseen. Al final de mes reciben una factura resumen de todo lo consumido.

Estamos hablando de la primera tienda totalmente autónoma en la historia del retail , sin gastos de personal , sin cajas registradoras, abierta 365 días al año, 24 horas al día. Un móvil y una aplicación, los clientes desbloquean la puerta de la tienda y pueden entrar, comprar lo que quieren, unas cámaras los graban; escanean los productos ,lo meten en sus bolsas y abandonan la tienda.

Supongo que todos ustedes pueden pensar que este modelo es imposible de trasladar a un país como el nuestro. Los robos se dispararían.  Y sin duda tienen razón. Pero este primer paso es el inicio de algo. ¿Realmente el factor humano evita más robos que un buen sistema de control mediante máquinas? Otra cosa es la experiencia de compra, la atención al cliente y demás factores socializantes, pero en este caso se trata de compras de conveniencia donde quizá el factor de experiencia de compra sea secundaria .  

 He leído que  Ilijason ha argumentado que debido al ahorro que le supondrá no tener gastos de  personal  le permitirá ser más competitivo y dar un servicio 24 horas en zonas rurales. En Suecia, como en tantos sitios, los establecimientos de cercanía en pequeñas poblaciones se han cerrado y han sufrido el sor-paso de grandes superficies comerciales , muy frecuentemente a muchos kilómetros de distancia.

Sin duda a día de hoy esto es una quimera en  una sociedad como la española (con todas nuestras virtudes y defectos), pero todos los cambios sociales y económicos en algún momento fueron quiméricos.