Hace unos días, The New York Times publicó el que es el artículo más demoledor escrito por un medio de comunicación de su relevancia, sobre las condiciones laborales de Amazon.

Artículo, que ha tenido cero eco en los medios especializados en español.

Artículo extensísimo, del tamaño de un novela corta para los tiempos que corren. Excepcionalmente documentada. Habla de lo que los clientes no ven de Amazon.

Primero decir, que soy un consumidor de Amazon, admiro tanto a Amazon (desde el punto de vista estratégico) que llevo más de una década estudiándolos y que pronto publicaré mi tercera obra sobre ellos. Y creo que Jeff Bezos es un genio casi sin precedente. Pero a la vez, Amazon, es una de las empresas con más “oscuridades” de la historia.

En mi primer libro sobre Amazon (estas navidades publicaré el tercero), describí como Jeff Bezos nunca quiso una fuerza laboral arraigada, lo llamaba:  “una marcha hacia la mediocridad”. no quería que los trabajadores por horas se quedaran mucho tiempo, viendo como una amenaza a una fuerza laboral “numerosa y descontenta”,  Amazon era una empresa, con muchos trabajos poco cualificados obsesionada con los consumidores. (Bezos tiene una visión totalitarista del consumidor: si el consumidor va a estar satisfecho hagámoslo, que su satisfacción produce estrés  en la intrahistoria de sus sonrisas no importa, si el consumidor quiere 4 entregas en un día, hagamoslo (el coste medioambiental es el daño colateral que debemos asumir). Bezos, un genio a la par que un negacionista social que ama a sus clientes pero que desprecia a las comunidades donde viven sus clientes haciendo todo lo posible para no pagar impuestos donde sus clientes compran y así contribuir a que esas sociedades sean mejores. Bezos, genio superlativo, ha creado una empresa a la que aman sus clientes, odias los países donde viven sus clientes, y ve a sus empleados como “seres productivos”. Eso ha llevado a Bezos a tener una fortuna superior al 75% del PIB de los países del mundo.

En Amazon se rinde el culto a la rotación. En su antagonista, Walmart, más del 75 por ciento de los gerentes de las tiendas de Walmart Comenzaron como empleados por horas. Amazon,en su almacen más mastodóntico , JFK8 promovió a 220 personas el año pasado entre sus más de 5,000 empleados, una tasa que es menos de la mitad de la de Walmart.

El artículo (y otros muchos antes de otros medios), narran el fantasma de la presión que ejercer la “tasa” que deben alcanzar los empleados. Amazon paga bien, más que sus competidores, a cambio tiene el índice en US de rotación más alto, y la presión es incomparable con los retailers de su sector (no lo digo yo; lo dicen los datos),

El estricto monitoreo de los trabajadores en Amazon ha fomentado una cultura del miedo.

Los datos de la empresa mostraron que la mayoría de los empleados perdía el entusiasmo con el tiempo, comentó, y Bezos creía que la gente era floja por naturaleza.

“Nuestra naturaleza como humanos es gastar la menor cantidad de energía posible para hacer lo que queremos o necesitamos”, se cita en el artículo que Bezos les comentaba a directivos.

En diciembre seré la única persona en el mundo que habrá publicado tres libros sobre Amazon, su historia y su estrategia. Llevo más de una década estudiando, analizando a Amazon, y a Jeff Bezos. Conociendo a Bezos, es más que factible que haya hecho esa afirmación.

Amazon rastrea cada uno de los movimientos de los trabajadores en sus bodegas. Los empleados que trabajan a un ritmo muy lento o están desocupados durante demasiado tiempo corren el riesgo de ser despedidos. Muy pocos empleados son despedidos por poca productividad o por pasar mucho tiempo fuera de su estación de trabajo, pero los empleados no saben eso. Los lineamientos internos de JFK8 estipulan que el objetivo “es crear un ambiente en el que no hagamos un informe de todos, sino que los empleados sepan que estamos inspeccionando para encontrar TOT”.

Esta misma semana, tras unas preguntas que realizó The Times sobre unos empleados y el TOT, Amazon anunció cambios en su política para que los trabajadores nunca fueran “despedidos después de un mal día.” La empresa señaló que había reconsiderado esa política durante meses.

Incluso antes de la pandemia, según datos que no se habían revelado, Amazon estaba perdiendo a la semana alrededor del tres por ciento de sus empleados contratados por hora: es decir que su rotación era de más o menos el 150 por ciento anual. A esa tasa, Amazon tuvo que remplazar al equivalente de toda su fuerza laboral casi cada ocho meses.

Kelly Nantel, portavoz de Amazon, respondió a las preguntas sobre la rotación de la empresa con estas palabras: “La rotación de personal es tan solo una función de datos y, cuando solo se examina eso, se pierde un contexto importante”.

Amazon, además es un mal contratador de mujeres, mucho menos que los retailers (EL GRAN EMPLEADOR FEMENINO A NIVEL MUNDIAL ES EL RETAIL), solo el 44.6% de sus empleados son mujeres. Walmart tiene un 57%,, En España, el 70% de los empleados de los supermardos son mujeres, y ese dato sube en otros sectores como las tiendas de ropa. Por eso los iluminados que no paran de hablar de fin de las tiendas físicas, ni saben de lo que hablan, tecnocrátas que no intuyen ( o les trae sin cuidado), que un cierre masivo de tiendas signficaría un impacto social en el empleo femenino de dimensiones incalculables. Pero eso no les importa, están en el número y en el dato. Lo demás es periferico, o como piensa Bezos, mediocre.

 

El artículo. Imprescindible:

https://www.nytimes.com/interactive/2021/06/15/us/amazon-workers.html

 

 

Autor: Laureano Turienzo. Consultor & Asesor empresas retail

2017-2019: 200 conferencias con más de 50.000 asistentes de 15.000 empresa del Retail, y «one to one» con empresas líderes en 32 países.  He asesorado, o han contratado mis servicios, 7 de los 10 principales retailers de Iberoamérica y más de 80 empresas e instituciones en estos 3 años.