En EEUU, la mayoría de las personas pasan en el supermercado menos de 44 minutos comprando, por viaje. Hace 2 décadas pasaban casi una hora de promedio.

En promedio, hoy las personas van al supermercado 8 veces al mes. Casi el doble que en los años 90.

Pero la pandemia redujo el tiempo medio en los viajes de compra, no solo a los supermercados sino a todas las tiendas, sin embargo, subió el tiempo en las tiendas digitales.

La pandemia acortó el tiempo medio en muchos minutos (por razones obvias), y hoy los viajes de compra duran varios minutos menos que en 2019.

Una de las grand dees revoluciones contemporáneas fue la multiplicación de los viajes de compras cotidianas: hace no tanto, la mayoría de los consumidores solían hacer un gran viaje al supermercado por semana, (viajes para llenar la nevera); sin embargo, a los compradores de hoy en día no les importa detenerse varias veces a la semana para comprar ingredientes frescos o comida preparada. Y con el auge de las plataformas en línea, está alterando drásticamente la forma en que los supermercados hacen negocios.

Además, la cuestión sociodemográfica, es clave: los hogares tienen menos miembros, y los horarios laborables.

La tendencia en los próximos años es que se incrementen los formatos de proximidad, y por tanto el número de viajes de compra, lo que hará que baje sustancialmente el tiempo medio por viaje. Este dato será el núcleo gordiano de las principales estrategias de los supermercados en las próximas décadas. Habrá una revolución en las ergonomías de las tiendas, en los planogramas, en los surtidos, en los packaging, en el visual merchandiding, en el marketing… Todo será condicionado por este viaje hacia la ultra conveniencia de los consumidores, y por ende hacia la atomización geográfica del retail, lo cual construirá un nuevo escenario, mucho más conveniente para los consumidores .