Son insostenibles las tasas de devoluciones en la ropa comprada on line. Hoy, en la mayoría de las empresas del sector, 1 de cada 4 prendas compradas son devueltas. Algunos retailers del sector ya están cruzando la frontera del 50% de media de devoluciones en ciertas épocas del año.
Esto implica varias reflexiones:
*Los datos de venta online que diariamente nos presentan los foros especializados están dopados. Un consumidor compra una prenda online, paga, y en ese instante se contabiliza como venta en todos los reportes,pero las estádisticas demuestran que 1 de cada 4 prendas (como mínimo), serán devueltas, es decir son unas “NO-compras”. El retailer devolverá el dinero al consumidor (por tanto nunca sucedió pragmáticamente esa compra), y no solo eso, sino que esa “NO-compra”, le será para el retailer mucho más dolosa incluso que si el consumidor no hubiera comprado.
Para entenderlo hipoteticemos un ejemplo:
Tenemos un pantalón que es devuelto por el que un consumidor ha pagado 50€ en rebajas online.
* 10% de margen tras la rebaja: 5€
* Costos de devolución: 15€ (esto incluye la logística inversa, el remanipulado, la introducción de nuevo en la cadena de suministro, el coste que implica que esa prenda esté varada hasta que se reincorpore a la cadena..etc)
*Pérdida neta: 10€
Eso significa que retailer necesitaría vender al menos 3 unidades del mismo producto solo para recuperar el costo de una devolución.
Por no hablar del coste medioambiental que supone este dislate.
Desde mi punto de vista, la solución vendrá del desarrollo de nuevas tecnologías, y por la unificación real del tallaje por parte de las marcas. Esto pasa por el cambio de mente por parte de fabricantes en las tallas, y el desarrollo de avatares propios de los consumidores en las tiendas online,que se pruebe la ropa virtualmente.
Evidentemente hay muchos más factores que el caótico modelo de tallas, pero si unificación ayudaría.
Es posible que en este escenario híbrido donde las tiendas físicas y las digitales serán parte de un ecosistema omnicliente, en muchas tiendas habrá escáneres corporales móviles, y se pueden usar para crear avatares individuales, que usan medidas corporales personales para probarse ropa virtualmente en línea.
Pero evidentemente los cuerpos cambian (y eso obliga a que los consumidores se escanerán sus cuerpos con cierta asiduidad). Y también está el tema de que son datos muy sensibles, y muchos consumidores rechazarán el hecho de escanear su cuerpo y donar esos datos a una página web.Por tanto estamos a años de encontrar la solución perfecta tecnológica.
Las políticas de entregas y devoluciones gratuitas de los retailers son insostenibles desde muchos puntos de vista, sociales, medioambientales, y deberían ser reguladas.Seguramente los primeros que se sientan aliviados con estas restricciones sean los retailers del sector, quienes en muchos casos han implementado la barra libre de envios&devoluciones gratuitas para sentirse competitivos.
Esto implica varias reflexiones:
*Los datos de venta online que diariamente nos presentan los foros especializados están dopados. Un consumidor compra una prenda online, paga, y en ese instante se contabiliza como venta en todos los reportes,pero las estádisticas demuestran que 1 de cada 4 prendas (como mínimo), serán devueltas, es decir son unas “NO-compras”. El retailer devolverá el dinero al consumidor (por tanto nunca sucedió pragmáticamente esa compra), y no solo eso, sino que esa “NO-compra”, le será para el retailer mucho más dolosa incluso que si el consumidor no hubiera comprado.
Para entenderlo hipoteticemos un ejemplo:
Tenemos un pantalón que es devuelto por el que un consumidor ha pagado 50€ en rebajas online.
* 10% de margen tras la rebaja: 5€
* Costos de devolución: 15€ (esto incluye la logística inversa, el remanipulado, la introducción de nuevo en la cadena de suministro, el coste que implica que esa prenda esté varada hasta que se reincorpore a la cadena..etc)
*Pérdida neta: 10€
Eso significa que retailer necesitaría vender al menos 3 unidades del mismo producto solo para recuperar el costo de una devolución.
Por no hablar del coste medioambiental que supone este dislate.
Desde mi punto de vista, la solución vendrá del desarrollo de nuevas tecnologías, y por la unificación real del tallaje por parte de las marcas. Esto pasa por el cambio de mente por parte de fabricantes en las tallas, y el desarrollo de avatares propios de los consumidores en las tiendas online,que se pruebe la ropa virtualmente.
Evidentemente hay muchos más factores que el caótico modelo de tallas, pero si unificación ayudaría.
Es posible que en este escenario híbrido donde las tiendas físicas y las digitales serán parte de un ecosistema omnicliente, en muchas tiendas habrá escáneres corporales móviles, y se pueden usar para crear avatares individuales, que usan medidas corporales personales para probarse ropa virtualmente en línea.
Pero evidentemente los cuerpos cambian (y eso obliga a que los consumidores se escanerán sus cuerpos con cierta asiduidad). Y también está el tema de que son datos muy sensibles, y muchos consumidores rechazarán el hecho de escanear su cuerpo y donar esos datos a una página web.Por tanto estamos a años de encontrar la solución perfecta tecnológica.
Las políticas de entregas y devoluciones gratuitas de los retailers son insostenibles desde muchos puntos de vista, sociales, medioambientales, y deberían ser reguladas.Seguramente los primeros que se sientan aliviados con estas restricciones sean los retailers del sector, quienes en muchos casos han implementado la barra libre de envios&devoluciones gratuitas para sentirse competitivos.