En lo más alto del podium de conceptos absurdos del retail, está lo de “tiendas experienciales”

Todas las tiendas del mundo, desde el inicio de los tiempos, y en la actualidad, son, han sido, y serán tiendas experienciales. El acto de comprar es una experiencia en sí. Beber, respirar, arrascarte es una experiencia. Las experiencias pueden ser buenas, malas, regulares, y todo lo anterior a la vez. El hecho de pasarte media hora en la cola de la caja para pagar es una experiencia del demonio.

Retail experiencial, tiendas experienciales, es pura tautología.Es cómo hablar del agua húmeda, o de subir arriba. La champion leage del pleonasmo. Y es el término más usado por grandes consultoras y es declarado como verdad absoluta en eventos, y manuales definitivos sobre el futuro del retail. Y lo peor es que nos lo presentan como algo disruptivo, supracontemporáneo: “la tendencia son las tiendas experienciales”. ¿Los bazares en Marrakech son experienciales? ¿Los mercadillos navideños? Las panaderías de toda la vida lo son? ¿el color verde hierba de las manzanas de la frutería tan bien ordenadas, les llevan a dicha frutería a la categoría de tienda experiencial? ¿Una mercería es una tienda experiencial? Mi padre tiene el mismo concepto de tienda experiencial que sus nietos?

En definitiva, hay tiendas buenas, malas, regulares, indiferentes, y todas experienciales. Esto último sin excepción.