Algo va a hacer crack.
El mundo lleva demasiado tiempo al borde del desastre.
El conflicto entre Israel y Hamás (considerada organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Paraguay, la Organización de Estados Americanos. Egipto… Y que se opuso violentamente a los acuerdos de paz de Oslo de 1993 entre la Organización para la Liberación Nacional de Palestina y el Estado de Israel), puede desestabilizar el mundo. Este conflicto entre un estado atacado y una organización terrorista para muchos países, puede traer un impacto económico y emocional del que no se librarán los hogares españoles.
Este conflicto, desde muchos aspectos, es mucho más peligroso para la economía mundial que el de la guerra de Ucrania.
Una escalada más aguda del conflicto, podría llevar a Israel a un choque directo con Irán, el proveedor confeso de armas y dinero a Hamas, y podría traer un precio del barril de petróleo a 150 dólares (la cotización del crudo Brent alcanzó su precio máximo, 147 $, en julio de 2008), y el crecimiento mundial caer al 1,7%, según hoy Bloomberg.
El conflicto en Oriente Medio puede provocar temblores en todo el mundo porque la región es un proveedor crucial de energía y un paso marítimo clave.
Hay peligro de que el conflicto se desplace al Líbano y a Siria, pero el escenario más peligroso es que Irán intervenga para apoyar a estos países. En todos los casos, como indica hoy Bloomberg, la dirección es la misma: petróleo más caro, mayor inflación y crecimiento más lento. Cuanto más se extienda el conflicto, más impactará en las economías mundiales.
Si hay una escala, en lo que nos toca, y en lo que somos especialistas, el retail y en definitiva el consumo se verá impactado, y estas navidades (que se preveían como buenas para muchos sectores), pueden verse dañadas, así como las rutas logísticas internacionales, y puede haber una escalada de precios sin precedentes en muchas materias primas.
La clave es que el conflicto no se extienda en la región, y sobre todo que no intervenga abierta y militarmente Irán, pues eso, más allá del desastre humano que sucedería (que es lo principal y lo más grave que puede suceder en este conflicto), el mundo sufriría de nuevo una inflacción desbordante, y un freno brusco en el crecimiento de muchas economías, con lo que impactaría en el consumo, y por tanto (en lo que nos toca), en el retail mundial.
El fin del acercamiento entre Arabia Saudita e Irán, y los tratados de paz entre Israel y varios estados árabes. . La invasión rusa de Ucrania, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el aumento de las tensiones sobre Taiwán, una Europa dormida y que pierde el papel histórico, y las nuevas economías BRICS llamando a las puertas del nuevo orden mundial..
En eso estamos. Algo puede hacer crack .