La primera vez que pisé una tienda Bass Pro, no podía dar crédito. Fue hace años. No había visto nada siquiera parecido.

Bass Pro es el mayor retailer del mundo de equipos de caza, pesca y campamento, y ha hecho del retail una suerte de superproducción de Disney, mezclado con un Walmart con esteroides, un amago de zoo y una aleluya de lo grande, lo espectacular y lo memoreable. Eso sería Bass Pro.

Algunas tiendas Bass Pro, quintuplican el tamaño promedio de un Walmart. Aspiran a crear microciudades.

Hay tiendas con árboles y nano-ríos por dentro de la tienda, y cascadas, y plan B de montañas, y todo parece todo menos la definición estándar que hay en tu cabeza de lo que es una tienda.

Una tienda Bass Pro es como asistir a una película que se está grabando en directo, y tú eres un magnífico figurante.

Los foros contemporáneos especializados en retail, nunca hablan de Bass Pro. Siempre hablan los mismos de lo mismo. Miopemente. Bass Pro no es un retailer, es un estado superior: 200 millones de fanáticos de su marca visitan anualmente sus casi 200 tiendas. Tienen tiendas que reciben casi 5 millones de visitantes al año.

Ahora está de moda ese eslogan, absurdo y masivo, repetido hasta la extenuación , trending topic de posts en linkedin, y en estudios e informes de grandes consultoras, y la expresión más usada de la última década en los foros, fórum y conferencias acerca del retail, que es eso de las “tiendas experienciales” (el lema más absurdo de la historia del retail, ya que todas las tiendas del mundo son experienciales, las experiencias son buenas, malas, regulares, y todo lo anterior al revés: todas las tiendas del mundo, sin excepción, son “experienciales”. Las “experiencias” son algo muy subjetivo y es absurdo calificar como “experiencial” un tipo de tiendas y otros no, pues depende del consumidor y de sus necesidades en un momento concreto . Para mi hermano una tienda que entras, coges y te largas rapido, es una tienda experiencial, y para mí madre es una mercería. El asunto del retail va de dos cosas: de tiendas malas y tiendas buenas, y Bass pro está definitivamente en el grupo de las segundas),

Da lo mismo que odies la caza, la pesca, o que seas un urbanita radical que deteste el campo, incluso en ese supuesto, las tiendas Bass Pro te dejarán perplejo, te emocionarán, y te harán sentir pequeñíto.

Incluso aunque seas tan occidental y templado que aquello te parezca un exceso, incluso entonces le confesarás al espejo que en el fondo esa tienda te ha sorprendido y gustado.

Recuerda; no existen tiendas experienciales y no experienciales, existen tiendas que se quedan en tu memoria, y tiendas que desaparecen de ella en el segundo uno que cruzas la puerta para salir…