Copenhague. Dinamarca. 1936.
La historia que hay tras la foto es la siguiente: “rebasado con un gran suministro de abrigos de primavera e invierno para hombres, un sastre en Copenhague adoptó un esquema de ventas único. Erigió un andamio alrededor del edificio de su tienda y lo cubrió por completo con más de mil abrigos.
La nueva exhibición atrajo a posibles clientes en tal cantidad que se convocó a la policía. Aunque la policía ordenó al propietario que retirara la exhibición, logró vender todos los abrigos.”
Los abrigos estaban allí, dentro de la tienda, esperando a que llegarán los clientes, el resto de los sastres de la ciudad seguramente tenían los mismos problemas. Pero este sastre pensó de modo distinto a los demás: en vez de esperar a que los clientes entraran a su tienda, entendió que él debía ir a los clientes, mostrarles su género de forma distinta y extraordinaria. En momentos difíciles, solo hay una opción viable: hacer cosas distintas y mejor que los demás.
Para los tiempos que vienen es conveniente que huyas de pensar en modo distribuidor, canal o sector. Simplemente piensa y sé diferente, logra que giren ell@s sus ojos hacia ti, y hazles la vida más agradable.
Ell@s, son l@s clientes. Los que abren cada mañana tu negocio.