El clima es un tema fascinante para entender el retail.
Pocas cosas influyen más en las decisiones de compra que el clima. Y sin embargo, apenas lo vemos presente en los estudios sobre tendencias de consumo, o en los debates de los foros especializados.
Acude a tu sentido común:
1-El mayor aliado de las tiendas físicas es el sol, el del comercio electrónico la lluvia y el frío.
Los países con mayor penetración del comercio electrónico suelen tener climas severos.
2- Si observas los datos de ventas online de cualquier mercado, observarás que las ventas en línea disminuyen en clima soleado, ya que las personas prefieren ir a las tiendas físicas, y en épocas de lluvias y frío aumentan las ventas online.
El clima manda en nuestros cerebros y determina nuestra demanda de bienes y servicios de consumo. El clima no solo determina qué queremos comprar, sino cómo.
3- El clima incluso afecta al tráfico digital: cuando hay buen tiempo, la gente visita menos las páginas de comercio electrónico.
La mejor forma de blindarse ante los cambios de temperatura, es tener un ecosistema físico-digital muy sólido, que permita a los consumidores comprar siempre, o informarse, independientemente de si llueve o hace sol. En esto por ejemplo actores que tienen poca o nula presencia física, como Amazon, o Zalando, tienen desventaja.
Como investigador y creador de la corriente de análisis dentro del retail, la corriente “omnicliente”, los aspectos sociales, climáticos, antropológicos me parecen vitales para entender el futuro de las formas de consumo.
Hace poco, la empresa japonesa de comercio electrónico Rakuten, analizó los niveles de temperatura y precipitación para comprender el efecto que el clima tuvo en las ventas en línea en Francia. El estudio se centró en 3 ciudades: París, Lyon y Marsella.
Rakuten vio un gran aumento de tráfico en línea y de las ventas durante los días lluviosos del tráfico basado en Lyon y Marsella, con un aumento más modesto en París.
Dedujeron que el clima no les afectaba tanto a los clientes parisinos, pues están más acostumbrados a comprar en las tiendas físicas a pesar del nivel de precipitación (ya que están más acostumbrados a las inclemencias del tiempo). Los clientes en Lyon y Marsella, donde el clima es mejor, son menos tolerantes a la lluvia, por lo que optan por quedarse en el interior en días lluviosos y comprar en línea en lugar de en la tienda.
Las ventas del comercio electrónico no se pueden entender sino entendemos los patrones climáticos y socioculturales, de un lugar en concreto.
Por eso son tan absurdas muchas de la predicciones de futura penetración de las ventas del comercio electrónico de alguna grandes consultoras y foros especializados, ya que tratan monolíticamente sus predicciones, sin contar realidades climáticas, antropolóticas o culturales. Es evidente que en Suecia, o en la helada Minessota, las ventas online siempre serán mucho mayor que en la soleada Cádiz o en Sicilia.