Durante años los retailers físicos le tuvieron pánico al showrooming (los consumidores iban a las tiendas físicas a probarse los productos, testarlos, tocarlos, y posteriormente los compraban en internet). Esto creó un pánico desbordado, al tal punto que algunos retailers se planteaban desconectar el wifi de sus tiendas para que los consumidores no pudieran incluso chequear precios en internet cuando estaban en sus tiendas.
Algo absurdo. Era seguir viviendo en analógico. Era absurdo poner muros al campo. Y aún hoy se sigue hablando de términos tan trogloditas y obsoletos como Showrooming, o su antónimo, webrooming. Como es antiguo y cadudo el enfoque omnicanal. Estos términos técnicos son de otra era, de la era multicanal, no de esta era de comercio unificado donde ya no hay barreras y donde los canales, al fin, han desaparecido: estamos en ecosistemas físico digitales. Estamos en la era del comercio unificado, la superación de la omnicanalidad. Y por encima del comercio unificado, estamos en lo que acuñé en mi teoría del omnicliente. Hoy la mayoría de los viajes de compra empiezan en el móvil de un consumidor. Hoy gran parte de las compras (la infinita mayoría de las compras que no son rutinarias), son compras hibridas, físico digitales, y donde es absurdo poner muros y seguir pensando en canales. NO EXISTEN LOS CANALES. HAN MUERTO.