Una fábrica de patrimonios de la humanidad aún no concedidos…
El retail más extraordinario, desde el punto de vista conceptual y estético, no está brotando en EEUU, Europa o siquiera occidente, como nos aseguran grandes consultoras o foros especializados, se está gestando en China, y en concreto en sus librerías y bibliotecas (la mayoría de estas con zonas de librerías con venta al público, o con entradas de pago, con lo cual les convierte en retail puro).
Constantemente, en una lluvia que no cesa, nos hablan de eso tan brumoso que es “un retail experiencial”, o de “customer centric”, eslóganes magníficos de nuestra era, y no nos hablan de lo que han logrado muchas librerías y bibliotecas chinas en todos los clientes y visitantes que llegan a ellas: “un terremoto de cosquillas en sus estómagos justo en el segundo 1 que observan todo aquello”.
Lo de la cadena Zhongshuge, o lo de sus otras muchas gemelas, de las que he escrito abundantemente, es un escándalo. Algo adelantado a su tiempo.
Estas librerías o bibliotecas chinas nunca las verán ustedes como referencia del retail del siglo XXI, ni las verán ensalzadas en los foros occidentales especializados que nos cartografían el futuro del retail, ni las verán puestas como ejemplo de retail pluscuamperfecto en los grandes eventos sobre tendencias de retail, como por ejemplo la NFR, pero sucede que conceptualmente en muchos aspectos es lo más interesante que se está haciendo en el retail mundial. .
Bellas hasta lo inaudito. Descomunales. Altamente digitalizadas en todo lo invisible que viste estas obras de arte.
Un retail marciano que nos trajo barbaridades absolutas como la Biblioteca Tianjin Binhai, también conocida como el mar de conocimiento. Una obra maestra del estudio holandés MVRDV (recomiendo seguir su trabajo en el retail), Una catedral del conocimiento que puede albergar 1.2 millones de libros , y librerías en sus tripas.