La industria del robo en el retail debe ser un asunto de estado. De cualquier estado.

Los robos en las tiendas se están disparando.

El retail, es decir el comercio minorista, las tiendas de tu calle, de tu barrio, de tu zona, es uno de los grandes vertebradores de las comunidades, y el gran generador de empleo. Si el retail es atacado, la comunidad es atacada.

Siempre se ha visto el robo en el comercio como actos aislados, pero el problema es cuando empieza a crecer al industria del robo en nuestro país, el gran problema son las mafias del crimen organizado, tan habituales en las grandes urbes españolas, como Madrid o Barcelona, que entran y salen de las tiendas como si fueran autoservicios del hurto y con gran impunidad.

Según datos del Ministerio de Interior, en 2022, hubo170.000 robos, un 24,7% más que el año anterior. Evidentemente fueron muchos más que esos 170.000 robos, ya que muchos no terminan por denunciarse.

Y el kilómetro cero de la industria del robo en España es Cataluña, con el 20% de los robos reportados en 2022. Hay una epidemia.

No roban a las tiendas, roban a la comunidad.

Y vamos a peor: en el último informe publicado por el Ministerio del Interior, la criminalidad en España ha aumentado en 2023, según algunas fuentes, hasta un 12% en el primer trimestre de 2023 a pesar de la última reforma penal.

Muchos retailers, de todos los tamaños, desde la multinacional a la tienda de barrio regida por una familia, están sufriendo esta epidemia, y eso les obliga en muchos casos a tener que subir precios para sobrevivir, por lo que toda la comunidad es afectada. NINGUNA razón, ninguna condición personal, NADA justifica un robo. SI aceptamos excepciones a la norma, estaremos quebrantando todos los principios éticos y fundamentales que deben regir dentro de una sociedad. Si aceptamos cualquier tipo de justificación al acto de robar estaremos declarándonos derrotados como sociedad.

Hoy el comercio, sobre todo el pequeño (que son el 90% de las tiendas de España), se siente desamparado. Muchos sienten que no hay nadie al otro lado que realmente les defienda. Sienten que solo les queda buscarse la vida como buenamente puedan.

Debemos ser radicales contra el hurto, el robo, en nuestras tiendas, y debemos ser radicales en el rechazo social. Cero tolerancia con el hurto y el robo en nuestras tiendas.