Por lo visto la cadena de supermercados surcoreana E-Mart se le ocurrió la idea de hacer un pack diario en sus tiendas donde pondrían 5 plátanos. La idea era hacerlo con muchas frutas. Las frutas se envasan en cajas de cinco, cada fruta en una etapa diferente de maduración.
Los pack se hacían en cada tienda cada día, revisando el género diario que tenían. El primer plátano se puede comer el día de la compra, y el resto se consume progresivamente día a día.
En España, millones de hogares tienen 1 o 2 miembros, y a veces uno sospecha que algunos supermercados viven en modo “famlia numerosa” como si el tamaño de lo hogares fueran el de los años 70: mucha gente quiere comprar pocas unidades y optimizar su consumo. Hace tiempo leí que un estudio de la Universidad de Karlstad de Suecia descubrió que los plátanos eran el producto más probable que se tirara de los estantes de los supermercados.
Los plátanos cambian de apariencia rápidamente, y muchos consumidores se resisten a comprar un plátano dorado o negro, o incluso uno verde y que aún no está maduro. Y es un círculo vicioso porque los retailers quieren mostrar los plátanos más atractivos a los clientes, a menudo terminan tirando plátanos cuando todavía son perfectamente seguros para comer.
El estudio también encontró que las verduras cortadas como la lechuga y las hierbas son el producto que pierde más dinero en los supermercados por el desperdicio de alimentos, ya que tienden a estropearse rápidamente.
Los investigadores encontraron que los plátanos fueron el alimento más desperdiciado por peso. En 2016, Tesco reveló que había generado 59.400 toneladas de desperdicio alimentario. El equivalente a casi 119 millones de comidas. Pero esto no es cosa solo de los supermercados.. La FAO y otros han señalado que en los países que dependen de prácticas más tradicionales, alrededor del 50% de los alimentos se desperdicia entre la granja y la mesa.
Si el desperdicio mundial de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor contaminador después de EE. UU. Un informe respaldado por la ONU encontró que alrededor de 1/5 parte (17 %) de todos los alimentos producidos en todo el mundo se desecharon en 2019,. Es decir, es como si de cada € que gastaras, 17 céntimos los tiraras a la basura de media.
Los investigadores dijeron que el impacto combinado de producir solo los alimentos que se tiran, desde los fertilizantes hasta el diesel que alimenta los tractores, representó alrededor del 10 % de las emisiones globales.
Alrededor del 70 % de toda la comida desperdiciada está relacionada con los hogares, con un 16 % proveniente de la industria manufacturera, el 11 % de restaurantes, pubs y hoteles, y solo el 3 % de los supermercados. Esto es la realidad. Los datos de Tesco pueden parecer gigastescos (y lo son, además de no tolerables), pero solo suponen un % mínimo de lo que vende. Quizá el problema lo tengamos en casa.