¿QUÉ TE PASÓ BLOCKBUSTER?

Hace apenas 15 años (es decir, ayer), Blockbuster tenía más de 8.500 tiendas abiertas en 29 países, lo que le convertían en uno de los 10 retailers con más tiendas en el mundo.

En Estados Unidos, casi 50 millones de personas eran socios de Blockbuster.

Esta semana Netflix, el asesino del padre, nos revela que va a abrir tiendas físicas. Muchas y en muchos países. Pero serán tiendas distintas a las que fueron las de Blockbuster centradas en un producto obsoleto, las de Netflix serán mucho más parecidas a un local de reunión donde la gente que ama Netflix va a juntarse, tomar un café y charlar de sus series y películas preferidas.

En 2000, Reed Hastings , un cliente de Blockbuster no muy contento con estos y también el fundador de una compañía incipiente llamada Netflix, voló a Dallas para proponer una sociedad al CEO de Blockbuster, John Antioco. La idea era que Netflix ejecutaría la marca Blockbuster en línea y Blockbuster promovería Netflix en sus tiendas. Antioco se echó a reír.

¿Qué sucedió después? Netflix creció, creció, y creció. Y blocksbuster a pesar de caer, siguió siendo líder de mercado.

El negocio del alquiler de cintas de video se volvió inviable en la era digital: los clientes querían acceder a películas en sus iPhones, iPads, Nintendo Wii y Xbox.….  Blockbuster no reaccionó. Pensó que esos 50 millones de socios seguirían ahí

Blockbuster tampoco se dio cuenta de que lo que situaba en mejor situación que Netflix era realmente todos esos clientes supuestamente fidelizados, y las más de 8 mil tiendas que tenías cerca de todos ellos. En torno a esa fortaleza, se debía haber construido una estrategia que fuera más allá de tener tiendas donde alguien entraba, cogía una película, se iba y volvía a devolverla. Tiendas donde sucedía algo más. Y en paralelo por supuesto ampliar su ecosistema a otras líneas de negocio realmente demandadas por los consumidores.

Los puntos débiles de Blockbuster eran muchísimos, más allá de su nula adaptación a los tiempos, ganaban una enorme cantidad de dinero al cobrar a sus clientes las tarifas atrasadas, que se habían convertido en una parte importante del modelo de ingresos. Ese era su talón de Aquiles: sus ganancias en parte dependían de penalizar a sus clientes. Un modelo de negocio en Retail que basa parte de sus ganancias en penalizar a sus clientes, tenía los días contados. El modelo de negocio de Netflix basado en suscripciones era mucho más perfecto que el del alquiler, pues, entre otras cosas, evitaba las penalizaciones por las tarifas atrasadas.

Llegó la bancarrota del 22 de septiembre de 2010. Blockbuster caia.

Se puede decir que Netflix cerró miles Blockbuster en el mundo. 8.500 tiendas superadas por el ritmo de los tiempos. Pero no mató el conpeto “tienda” como conector más social y humano con el consumidor , esta semana nos lo ha recordado, al decirnos que abrirá sus propias tiendas.