Hay un Retail anterior al 26 de junio de 1974 y otro posterior.
Una fecha bastante desconocida y olvidada por los foros, publicaciones y eventos del Retail.
El 26 de junio de 1974, en un supermercado Marsh en Ohio, EE. UU., Una empleada llamado Sharon Buchanan pasó el código de barras UPC de un paquete de 10 chicles Wrigley sobre la ventana de escaneo de un escáner de códigos de barras Datalogic Model A. Sonó un pitido y en ese instante cambió la historia del Retail. En ese instante comenzó la captura automática de datos.
La primera compra donde se capturaron automáticamente los datos fue la de un paquete de chicles que costaron $ 0.67.
Hay un Retail antes del 26 de junio de 1974 y un retail posterior. Si el aire acondicionado y las escaleras mecánicas son los avances más superlativos en la experiencia de compa de los consumidores (muchísimo más disruptivas que todas las tecnologías que nos han hecho ver cómo revilucionarias en los últimos años), los códigos de barras hicieron que todos los negocios de los retailers cambiaran drásticamente. Han pasado de entonces 44 años, y ninguna tecnología ha impactado tanto en la mejora de la gestión de los negocios de los retailers. Ya nada volvió a ser igual en la cadena de suministro, desde la fábrica hasta el punto de venta. Lo cambió todo, desde los roles de los empleados, a los planogramas de las tiendas. Si quieren una tecnología revolucionaria echen la vista atrás 44 años . Ninguna tecnológia en las últimas 4 décadas se puede comparar con los códigos de barras: ninguna tecnología desde entonces ha mejorado la eficiencia operativa de los retailers, y también incluso han mejorado la calidad del servicio a los clientes, desde muchos aspectos, entre otros muchos el ahorro de tiempo a la hora de ir a pagar: antes se tardaba mucho más en pasar un compra manualmente.
Imaginen lo que era teclear, uno por uno, los artículos, con los consecuentes demorar de tiempo de los clientes, para pagar, por no hablar de los errores manuales.
Hoy el paquete de chicles está exhibido en el Smithsonian’s National Museum of American History, en Washington D.C.
Esta tecnología estaba disponible mucho antes de 1974. En septiembre de 1969, los miembros del comité de sistemas administrativos de Grocery Manufacturers of America se reunieron con la Asociación Nacional de Cadenas de Alimentos.
La GMA quería un código de 11 dígitos, que abarcaría varios esquemas de etiquetado que ya estaban usando. La NAFC quería un código más corto de siete dígitos, que pudiera leerse mediante sistemas de pago más simples y más baratos. Los fabricantes se resistían a la idea de un código universal. Los fabricantes de cartón estaban preocupados por un código impreso que podría estropear su producto. Los fabricantes de conservas no querían poner los códigos de barras en la base de latas.
Esa disputa tuvo parada esta tecnología durante media década. Finalmente llegaron a un acuerdo y firmaron un estándar para el código de producto universal o UPC. Siete empresas, todas ellas de los Estados Unidos, se presentaron al concurso para colocar los códigos de barras, la RCA era la favorita, sin embargo, en el último minuto, International Business Machines (IBM) hizo una oferta sorpresa.
IBM tenía que hacer un código de barras que tenía que ser pequeño; tenía que ser imprimible con la tecnología existente con sólo diez dígitos; el código de barras tenía que ser legible desde cualquier dirección y a gran velocidad; y tenía que tener un margen de error de menos de un código de cada 20.000.
La tecnología está avanzando tanto, y es tan disruptiva, está cambiando totalmente las tiendas……… Pero sucede que aún no se ha superado lo que sucedió el 26 de junio de 1974
Autor: Laureano Turienzo. Consultor & Asesor empresas Retail