El comercio electrónico se ha disparado durante la era COVID. Está bien. Era necesario: la gente estaba recluida en sus casas, muchos y muchas necesitaban pedir desde la seguridad y la conveniencia de sus hogares. Perfecto. Además, habrá un éxodo masivo de consumidores al online mientras COVID esté con nosotros, dicen; y añaden:” para cuando COVID se vaya, seguramente l@s que hayan probado esa seguridad y conveniencia del comercio electrónico, se quedarán ahí”. Es lo que nos dicen muchas de las grandes consultoras.

Un éxodo masivo, y permanente, al acto de pedir las cosas desde el hogar y recibirlas (rápidamente) en los hogares, es sencillamente una catástrofe. Aunque te cuenten lo contrario. Este supuesto éxodo express a la conveniencia y a la rápidez , que ha acelerado COVID según muchas voces, es desastroso para el planeta, y no estamos preparados aún para ello.

Antes de COVID, un tercio de los desechos sólidos en los EE. UU. provenían del embalaje de comercio electrónico. Durante COVID eso se ha disparado, y algunos estados están denunciando que sus “vertederos” se están colapsando…. En NYC se han llegado a entregar estos días más de dos millones de paquetes al día a domicilios particulares, oficinas..etc. Algo de locos.

Según The New York Times, en la ciudad de Nueva York, se entregan más de 1.5 millones de paquetes al día (antes de la era COVID): “Los camiones de reparto operados por UPS y FedEx se estacionan en doble fila en las calles y bloquean los carriles de autobuses y bicicletas. El año pasado acumularon más de 471,000 infracciones de estacionamiento, un aumento del 34 por ciento desde 2013″.

La entrada principal desde los almacenes logísticos de los paquetes del comercio electrónico a la ciudad de Nueva York, que conduce al puente George Washington desde Nueva Jersey, se ha convertido en el intercambio más congestionado del país. Los camiones que se dirigen hacia el puente viajan a 23 millas por hora, en comparación con 30 mph hace cinco años.”

Amazon, en cifras publicadas el año pasado, emite casi tanto dióxido de carbono como un país pequeño. Más del 2% de la contaminación de US procede de los centros de datos de las grandes tecnológicas (muchos de ellos son de Amazon).

Es preciso un comercio electrónico más ético y menos rápido, con concentraciones de entregas de productos a un domicilio, por ejemplo semanales (hay muchos lugares de oficinas en la ciudad de NYC, por ejemplo, que reciben miles de paquetes al día, la mitad de ellos provienen de Amazon: muchos de los empleados son Amazon prime y todas las entregas son gratuitas, así que qué problema hay con pedir cada día lo que se te antoje). Hay gente que pide un paquete con un par de bolígrafos.

Es absolutamente necesario un consumo mucho más ético, y por tanto es necesario un nuevo consumidor mucho más ético y respetuoso con el medio ambiente.

Las entregas y devoluciones gratuitas en el online son algo absolutamente insensato, y debería estar altamente controlado. Y a poder ser no permitido.

Hace no mucho, hablo de unos pocos años, estábamos preparados para esperar pero ahora queremos la entrega el mismo día. Los grandes actores online nos han enseñado que eso es posible, y que es conveniente, y muchos de los retailers históricos les han emulado. Y eso hace que las cosas se mueven en cantidades cada vez más pequeñas. El resultado son ejércitos de vehículos pululando por las ciudades sin cesar haciendo entregas individuales. Y el consumidor está contento, feliz, es la era de la conveniencia, del cliente en el centro, es genial…. Salvo porque esas entregas y devoluciones hiperápidas no son gratuitas, suponen un enorme coste medioambiental, y social.

Y quizá a llegado la era de que el consumidor deje de estar en el centro de todo a todo precio, sino que también debe asumir su responsabilidad, aunque a veces vaya contra su conveniencia.

Deberíamos impedir esto, y deberíamos educar a los consumidores para que sean conscientes del coste de su hiperconveniencia. Es más, deberíamos abandonar la era de la conveniencia total de los consumidores. Esto tan elogiado es, sin duda, una de las peores cosas que le ha pasado el Retail.

Siempre he dicho que el comercio electrónico es una de las mejores cosas que le ha pasado al Retail, y que, entre otras cosas, nos ha traído muchas mejores tiendas: los pure players despertaron de su letargo de varias décadas a los retailers históricos y les hicieron ser mejores, y por ejemplo hacer mejores tiendas. Y además el comercio electrónico es fundamental para el Retail hibrido, el futuro del Retail. Pero el comercio electrónico debe ser más ético y menos rápido.

Miles, decenas de miles, cientos de millones de entregas al día. El cliente en el centro. Bienvenidos a la década del producto viajando hacia el cliente. Las marcas y los retailers viajando a los hogares de los clientes. Antes eras tú el que se desplazaba a las tiendas. Hoy esa hiperconveniencia sagrada y no discutida, multiplica millonésimamente los viajes del Retail.

Hoy, las afueras de nuestras ciudades son una geografía de almacenes, muchos de ellos dedicados a la hiperconveniencia para que tú recibas las cosas en tu casa. Los almacenes han estado apareciendo cada vez más cerca de los vecindarios para cumplir con la creciente expectativa de entregas rápidas, y eso significa que la contaminación del aire del comercio electrónico se está acercando cada vez más a los hogares de las personas. Aunque es verdad que los retailers ya están empezando a hablar de logísticas más respetuosas con el medio ambiente. Pero no a la velocidad que están creciendo las ventas online.

Hay quien habla de la contaminación de la conveniencia. Quizá no lo sepas, pero la cadena de suministro de comercio electrónico requiere mucho más espacio de almacén y logística que una cadena de suministro tradicional de ladrillo y mortero. CBRE Research descubrió que por cada aumento incremental de $ 1 mil millones en las ventas de comercio electrónico, se necesitan 1,25 millones de pies cuadrados adicionales de espacio de distribución para apoyar este crecimiento.

El movimiento rápido de bienes a los consumidores requiere el diseño de nuevos almacenes que sean más grandes en tamaño y altura. El nuevo almacén promedio en los Estados Unidos aumentó en 108,665 pies cuadrados (143%) en tamaño y 3.7 pies en altura al comparar períodos de alta actividad de desarrollo en 2012-2017 y 2002-2007 (Fuente: CBR)

En 2018, aproximadamente la mitad de todos los envíos nacionales de cajas de cartón corrugado para el sector minorista, que consumen 40 mil millones de pies cuadrados de material, se utilizaron para el comercio electrónico y las entregas de pedidos por correo, WSJ citando a Fastmarkets.

En el pasado, algunas de estas cajas se habrían desviado a las tiendas tradicionales de ladrillo y mortero, pero Fastmarkets atribuyó al menos el 80% del aumento de la demanda al comercio electrónico y los pedidos por correo.

En parte, esto se debe a que los puntos de venta en línea y de pedidos por correo usan aproximadamente siete veces más cajas por dólar gastado que las tiendas físicas.

El condado de San Bernardino es uno de los lugares con más pies cuadrados de almacenaje dedicados al comercio electrónico . Tiene la peor contaminación por ozono del país. Este condado, en California, con población superior a dos millones de personas (de clase media baja, y con un gran índice de población latina), ha acumulado casi 300 millones de pies cuadrados de espacio de almacén, suficiente para llenar más de 5,100 campos de fútbol.

El 16 de diciembre de 2019 sucedió algo histórico en el Retail. Y fue absolutamente ignorado por los foros especializados occidentales. Los datos de monitoreo en tiempo real de la Administración Estatal Postal china mostraron el envío número 60 mil millones en la industria de mensajería.

China se ha convertido en el mercado de entrega más dinámico en el mundo (sus números enanecen los de Europa y Norteamérica).

En 2020 el volumen de paquetería urgente de China superará los 70 mil millones. 70 mil millones de cajas, microuniversos de envoltorios de plásticos, viajando por las carreteras, por los mares, por los cielos. Es la era de la hiperconveniencia y donde el producto debe viajar hasta el consumidor.

Cada día, cerca de 200 millones de paquetes viajaran por la China continental, saldrán de ella y viajarán por el mundo (Alibaba surte a más de 100 millones de chinos que viven en el extranjero). En 2020, habrá algún día donde se superen los 500 millones de paquetes.

70 mil millones de paquetes, un cosmos de cartón y plásticos son el precio de la hiperconveniencia.

Y por no hablar de lo que supone que una de cada tres cosas que se compran por internet en muchos sectores se devuelven…. En algunos productos hasta el 50%, lo cual es insostenible desde el punto de vista económico (rentabilidad). Llevamos años oyendo que esto lo solucionará la tecnología, pero cada año se devuelven (porcentualmente) muchas más compras (sobre todo en moda).

Todos los días, en diciembre 2019, se devolvieron 1 millón de paquetes solo a través de UPS. Decenas de millones de paquetes se devolvieron en unas semanas solo en Estados unidos hace apenas unos meses. Seguramente más de cien millones de paquetes se devolvieron en todo el mundo.

Como indica en una artículo excelente de The New York Times de hace un tiempo:

Cada paquete devuelto, independientemente de qué transportista lo recoja, deja un rastro de emisiones de los diversos trenes, aviones y camiones gigantes que lo llevan de vuelta al vendedor. Esa contaminación contribuye al cambio climático y empeora la calidad del aire. Muchos de los artículos desechados se dirigen a un vertedero. El problema ambiental solo empeora a medida que crece el comercio electrónico y los retornos gratuitos se convierten en la norma esperada para comprar en línea.

La mayor avalancha de devoluciones se producirá el 2 de enero 2020 cuando las personas regresen al trabajo después de las vacaciones, cuando UPS espera manejar casi 2 millones de paquetes de devolución. Eso es un aumento de más del 25 por ciento de los paquetes que manejó el año anterior el 2 de enero, que UPS ha denominado “Día Nacional de Devoluciones”. Amazon, que ha impulsado las nuevas tendencias de compras, acaba de expandir su política de devolución gratuita y también ofrece más paquetes que nunca.

 Según la investigación de Optoro, una compañía que ayuda a minoristas como Ikea a agilizar sus procesos de devolución, aproximadamente la mitad de los “feos” que devuelven los consumidores estadounidenses vuelven a venderse nuevamente. Los minoristas pueden devolverle cosas al fabricante que no pueden volver a poner a la venta, o pueden intentar descargarlo a otras compañías que lo venden con grandes descuentos.

 Dondequiera que vaya la compra no deseada, llevarla allí significa que más camiones bombean más emisiones de carbono que calientan el planeta y otros contaminantes dañinos. El transporte alrededor del inventario devuelto en los EE. UU. Crea más de 15 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono anualmente, descubrió Optoro. Eso es más de lo que podrían producir 3 millones de automóviles en un año.

 Luego está la basura. Cinco mil millones de libras de productos devueltos terminan en vertederos de los EE. UU. Cada año. Incluso si algo estaba en buenas condiciones cuando el comprador lo puso en el buzón para la devolución, enviarlo de vuelta puede dañar el artículo. A veces, los minoristas se dan cuenta de que tirar un artículo devuelto es la forma más rentable de lidiar con la cosa, en lugar de pagar para que se limpie, repare y devuelva a los estantes. “Si está comprando una camiseta o algo así y solo cuesta unos pocos dólares, puede comprender que la compañía no puede permitirse hacer nada más que tirarla al vertedero”

 Es genial este Retail rápido y conveniente, pero un crecimiento desproporcionado no es en absoluto lo que nos conviene, su crecimiento debería ser muy lento y proporcional a la velocidad de su transformación hacia un comercio electrónico menos contaminante e impactate para las ciudades y las sociedades que viven es ellas.

 

 

Laureano Turienzo. Consultor & Asesor empresas retail

2017-2019: 200 conferencias con más de 50.000 asistentes de 15.000 empresa del Retail, y «one to one» con empresas líderes en 32 países.  He asesorado, o han contratado mis servicios, 7 de los 10 principales retailers de Iberoamérica y más de 80 empresas e instituciones en estos 3 años.

lturienzo@asociacion-retail.com